martes, 27 de diciembre de 2016

Francia inaugura primera carretera solar del mundo



El área de 2.800 metros cuadrados permitirá capturar la energía necesaria para mantener el alumbrado público de un poblado de 5.000 habitantes.

Francia se robó la atención mundial al inaugurar ayer la primera carretera solar del mundo. El trayecto, que por ahora tan sólo tiene un kilómetro de longitud pero más adelante será ampliado, ocupa una vía local en Normandía (noroeste). Los paneles solares, especialmente sólidos para soportar el peso de los automóviles y con la adherencia necesaria para los neumáticos, prometen imponer una nueva moda sostenible a nivel global.

El proyecto está concebido como una forma de capturar la energía solar necesaria para alimentar el alumbrado público del poblado en el que habitan 5.000 personas. La ministra de Medio Ambiente francesa, Ségolène Royal, encargada de inaugurar la infraestructura, aseguró que se trata de una idea que va en la línea de la transición del país hacia las energías renovables.

Para dar una idea de la importancia de esta estrategia, el gobierno francés explicó que si el país hiciera lo mismo en una cuarta parte del millón de vías existentes en su territorio, podría lograr la independencia energética. Una aspiración que contrasta con las críticas que ya lanzaron algunos grupos ecologistas que consideran que el precio pagado, cinco millones de euros, no es razonable para la cantidad de energía producida.

“Sin duda es un avance técnico, pero para desarrollar las renovables hay otras prioridades además de este juguete, del que sabemos que es muy caro, pero no si funciona bien”, aseguró al diario Le Monde, el vicepresidente de la Red para la Transición Energética (CLER), Marc Jedliczka.

Una sola cifra ha servido a los críticos para hacer claro su punto: el precio del kilovatio producido en esta vía asciende a 17 euros, frente a 1,3 para el que se genera en celda solar instalada en un tejado.

Los responsables del proyecto argumentan que el precio se abaratará en la medida que se expanda la demanda. De hecho, los precios de las placas solares fotovoltaicas han descendido entre 65 % y 75 % entre 2009 y 2013, y el precio de la energía lo ha hecho 80 % desde 2008.


Los 2.800 metros cuadrados asfaltados con este material especial son el resultado de cinco años de pruebas con pequeños tramos instalados en aparcamientos o frente a edificios públicos. Los ingenieros calculan que el tránsito de los carros sólo ocupa el 20 % del tiempo, permitiendo que las celdas capten luz el resto del día.

sábado, 10 de diciembre de 2016

Así es como la energía renovable está creciendo de la mano de la tecnología


Las grandes compañías de internet alimentarán enteramente sus operaciones con energía renovable en un futuro. Un impulso importante para el sector energético, pero también un buen negocio para estas empresas.



Google anunció esta semana que todas sus operaciones serán alimentadas con energía renovable desde el próximo año. Esto incluye los centros de datos sobre los que funciona el buscador y servicios como Youtube y Gmail, por sólo mencionar unos.

Este es un paso más, aunque uno grande, en una carrera que viene adelantando buena parte de la industria de tecnología para reducir sus pasivos ambientales. Los efectos de estas políticas no sólo se traducen en buenos negocios para las compañías, además de una saludable campaña de relaciones públicas, sino que también impulsan la expansión de las energías solar y eólica, principalmente.

No es un asunto de poca monta, pues se calcula que empresas como Google, Amazon, Facebook, Microsoft y Apple son responsables del 2 % de las emisiones de gases de invernadero. Por cierto, esta cifra es similar a la reportada por la industria de la aviación, que en 2015 se estima produjo cerca de 800 millones de toneladas de CO2.

El impacto ambiental de la tecnología incluye el uso de materias primas en dispositivos: un celular promedio puede estar compuesto por 40 % de metales y 40 % de plásticos. Algunos de los primeros tienen complejos procesos de reciclaje y, en algunos casos, provienen de zonas de conflicto o son extraídos en condiciones infrahumanas, como lo detalló un informe de Amnistía Internacional a principios de este año.

La otra rama de los impactos ambientales de la industria es el consumo de energía de los centros de datos que hoy alimentan buena parte de los servicios de la vida moderna. El año pasado, sólo Google consumió en energía el equivalente a dos ciudades de 140.000 personas (5,7 teravatios-hora).

En concreto, la apuesta de la compañía es alimentar sus centros de procesamiento con energía renovable y cuando no pueda hacerlo, por factores como la fluctuación en el suministro de granjas solares, la compañía compensará su consumo con compras de fuentes verdes.

Este año, Google reveló que la aplicación de técnicas de inteligencia artificial para el manejo de sus centros de datos logró reducir en 15 % el consumo de energía de éstos. Se espera que el proyecto, que se viene adelantando desde hace dos años, se expanda a todas sus instalaciones de procesamiento para finales de este año.

La inteligencia artificial se encarga de analizar picos de tráfico y estadísticas de funcionamiento para manejar variables como la temperatura de ciertos sectores de servidores, por ejemplo.

Google asegura ser el mayor comprador de energías renovables en el mundo y en Estados Unidos, de hecho, tiene una denominación especial que la acredita no sólo como proveedora de servicios de internet, sino casi como una compañía eléctrica cuyo mayor cliente es ella misma.

Esta caracterización ante la ley le permite comprar vastas cantidades de energía renovable, pero con la ventaja añadida de hacerlo con un esquema de precios fijos. De ese modo evade la volatilidad del mercado de combustibles fósiles, tan dependiente de la geopolítica de lugares de por sí volátiles, como Oriente Medio o Rusia.

De hecho, este año Apple recibió la misma denominación de Google en materia de generación de energía. La compañía detrás del iPhone compró 25 años de electricidad en una granja solar que apenas está en construcción. La transacción fue valorada en US$850 millones, una de las más grandes en EE. UU.

Amazon, el mayor proveedor de servicios en la nube a través de Amazon Web Services, asegura que, del total de sus operaciones, más de 40 % se alimentan con energía renovable. Su meta es llegar a 50 % para finales de 2017. Recientemente, la empresa anunció la inversión en cinco granjas solares que se suman a una instalación más de su tipo que entró en operación en octubre de este año. En 2014, la compañía se fijó el propósito de utilizar energía renovable para todos sus procesos, aunque no ha fijado una fecha para cumplir este fin.