En Puerto Colombia hay una vivienda ‘ecológica’ que utiliza luz solar en su totalidad, y además, la trasforma en electricidad.
La idea del ‘apagón’ a la familia Serrano Diazgranados no le preocupa. Desde hace 10 meses decidieron instalar en su nuevo hogar una conexión de “alta tecnología” para la generación de electricidad renovable a partir de la luz solar.
Esta fuente de energía resulta cada vez mejor aprovechada y transformada en eléctrica para garantizar “un consumo verde, renovable y por tanto inagotable”, así lo dice Hugo Serrano sentado en la sala de su casa a las 7:30 p.m., mientras es alumbrado por varios bombillos led, que se alimentan de la energía proveniente del Sol.
Los 210 metros cuadrados que componen el inmueble, ubicado el condominio Lagos de Caujaral, a tan solo 10 minutos de Barranquilla, en Puerto Colombia, tiene 14 paneles solares que la alimentan en su totalidad de energía “limpia”.
En medio de la crisis energética que atraviesa el país como consecuencia del fenómeno de El Niño, que lo tiene al borde de un racionamiento eléctrico, son cada vez más las alternativas que se abren para contrarrestar esta situación en muchos de los hogares colombianos.
A simple vista parecería que se tratara de una casa ‘futurista’, pero no, es un inmueble común, como cualquier otro, construido de cemento y bloques, con una red eléctrica interna compuesta por enchufes, interruptores y cables “normales”.
Serrano, dueño de la vivienda, afirma que la iniciativa de ser autosostenible con la electricidad “que le da energía a la casa”, surgió a mediados del año pasado, cuando decidió mudarse a la casa, y a la que posteriormente le diseñó y le instaló por completo la conexión ‘verde’.
“Cuando comenzamos a construir la casa en 2014 no pensé en usar esa tecnología, a pesar de que llevo más de 20 años trabajando con ella. El presupuesto destinado no me alcanzaba para instalar todo el sistema. Pero cuando llegó la hora de mudarnos a la casa, debía pedirle al proveedor local la conexión de la energía. Hice todos los trámites, pero me advirtieron que demoraría 45 días. Eso era mucho tiempo”, comenta Serrano.
Sumado al tiempo, el costo de esa conexión lo dejaba en la misma incertidumbre. “Tendría un precio promedio de 30 millones de pesos”, los trabajos comprendían colocar un transformador, cañuelas, crucetas y todos los materiales necesarios; además de contratar a todo un equipo que haría la instalación”.
El hombre, de 45 años, quien es ingeniero electrónico, asegura que fue en una de esas noches de conversación que su esposa lo incentivó a tomar la decisión de optar por la energía sostenible.
“Mi esposa me recordó que yo siempre decía que tendría una casa con paneles solares y que sin dudas esta era la oportunidad para realizar esa inversión”, comenta.
El dilema
Marcela, la esposa de Serrano, estaba en lo cierto. Pero ahora tenían la siguiente disyuntiva: “Sacar los 30 millones de pesos para pagar la conexión comercial y además pagar 500 mil o un millón de pesos al mes por el resto de mi vida o meterle la plata a mi sistema y no tener que seguir pagando nada a nadie” explica.
El hombre evalúo todas las ventajas que tendría al dotar su hogar de la tecnología fotovoltaica, y recordó que su nueva casa también estaba construida en su mayoría de manera “ecológica” –pues aprovecha al máximo la luz solar y la brisa, al poseer ventanas grandes y amplias–. Ahí terminó con el dilema. Su casa tendría energía solar y todos los electrodomésticos trabajarían con ella , al mismo costo que salía instalar la red comercial.
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