La necesidad de que
Colombia adopte sistemas renovables para la generación de energía es inminente.
En el país, la cogeneración solo aportó el 1% de la matriz energética el año
pasado, cifra que evidencia que queda un largo camino por recorrer.
Un
estudio realizado por la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Unidad de
Planeación Minero Energética (UPME) plantea que en el año 2030 el país
debe consumir un 30% de energías limpias o renovables no convencionales y
70% de las fuentes tradicionales (hidroeléctrica y térmica).
Si
bien se han comenzado a dar los primeros pasos, el reto no es menor. El pasado
23 de marzo, el Ministerio de Minas y Energía expidió el Decreto 0570, mediante
el cual se establecen los lineamientos para contratar proyectos de generación
de energías renovables a
largo plazo que complementen a los actuales; con lo cual se espera que se
comiencen a dar este tipo de iniciativas.
La
Upme tiene inscritos 299 proyectos que participarían en la subasta promovida a
través del Decreto 0570.
de estas iniciativas, 255 corresponden a solar-fotovoltaica; 18 a centrales
hidroeléctricas pequeñas; 10 a biomasa; 8 a iniciativas solar-térmicas; 6 a
energía eólica; una a geotérmica y otra más a híbrida.
Esteban
Piedrahita, presidente de la Cámara de Comercio de Cali, indicó que los
compromisos de Colombia en términos de contribuir a reducir sus emisiones de
gases de efecto invernadero ha llevado a mover la regulación para impulsar la
generación de energía y combustibles a partir de fuentes renovables no
convencionales.
“La
bioenergía representa una gran oportunidad para Colombia, específicamente en
regiones como el Valle del Cauca, que con apenas el 2% del territorio nacional
es el principal productor agroindustrial del país”.
La
experiencia inicial de los azucareros ha permitido que otras industrias como la
avícola, porcícola, forestal y frutícola estén estructurando proyectos para
impulsar el aprovechamiento energético de sus residuos y subproductos.
Actualmente, el Valle del Cauca es el departamento líder en este tipo de proyectos, incluso, sus empresas se han movido a desarrollar proyectos similares en otras regiones del País. Por ejemplo Aceites Manuelita y Riopaila Castilla ya tienen presencia en los Llanos Orientales en actividades a partir de palma y caña de azúcar.
En 2017 se inauguró en el norte del Cauca la primera planta de generación de biogás a partir de residuos avícolas por parte de la empresa Incubadora Santander, la cual demandó una inversión cercana a los US$4,5 millones.
Otras empresas como Cartón Colombia, Avícola Santa Rita, Bucanero e Incauca adelantan proyectos para ampliar su participar en esta industria o incursionar en ella de forma decidida, manifiesta
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Actualmente, el Valle del Cauca es el departamento líder en este tipo de proyectos, incluso, sus empresas se han movido a desarrollar proyectos similares en otras regiones del País. Por ejemplo Aceites Manuelita y Riopaila Castilla ya tienen presencia en los Llanos Orientales en actividades a partir de palma y caña de azúcar.
En 2017 se inauguró en el norte del Cauca la primera planta de generación de biogás a partir de residuos avícolas por parte de la empresa Incubadora Santander, la cual demandó una inversión cercana a los US$4,5 millones.
Otras empresas como Cartón Colombia, Avícola Santa Rita, Bucanero e Incauca adelantan proyectos para ampliar su participar en esta industria o incursionar en ella de forma decidida, manifiesta
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Epicentro
del sector
El
Valle del Cauca es la región más importante en cogeneración de energía. Esta industria a través de la
iniciativa clúster de bioenergía generó ingresos por un monto superior a los
$7,5 billones en 2016.
En
el país, la energía hidráulica lidera la generación con un 86%,
seguida de la térmica que representa 13%, la cogeneración con bagazo de caña
alcanza 0,9% y la eólica y solar 0,1%. En lo que hace referencia a la
cogeneración, el material más utilizado para su producción es el bagazo con
98,6%, el carbón 1% y el gas, 0,3%.
El
clúster de bionergía en el Valle cuenta con 7 empresas distribuidoras y
comercializadoras de energía a gas y en 2016 registraron ventas por más de $2,7
billones; 7 generadoras con ventas por $1,5 billones; 6 destiladoras
(Manuelita, Incauca, Mayagüez, Providencia, Risaralda y Riopaila Castilla), que
sumaron ingresos por $1,4 billones; 19 firmas de equipos electrónicos cuyas
ventas fueron de $725.000 millones, 6 de semillas y fertilizantes con ingresos
por $210.000 millones.
De
igual forma, cuenta 2.821 generadores de biomasa de los cuales hay 2.700
cultivadores y 121 firmas agrícolas, forestales, avícolas y porcícolas que
registraron ingresos por $157.000 millones; 8 empresas de servicios de energía
con $79.000 millones y tres compañías de transporte y logística cuyas ventas
sumaron $76.000 millones.
La
dinámica de la agroindustria en el Valle del Cauca y los departamentos vecinos
en los últimos años representa una oportunidad para que las empresas
desarrollen nuevos proyectos para la generación de bioenergía en la región,
aseguran en la Cámara de Comercio de Cali.
En
este momento tan coyuntural para el país en esta materia, se realizará
BI-ON2018, el Segundo Congreso Nacional de Bionergía, que se llevará
cabo los días 26 y 27 de abril en Cali. En el encuentro, organizado entre
otras entidades por la Cámara de Comercio de Cali, la Gobernación del Valle,
Invest Pacif, Gases de Occidente y Celsia, entre otras, las empresas de
bioelectricidad, biocombustibles y biogas del país, así
como proveedores, analizarán la regulación, financiamiento e incentivos para la
generación de energías renovables.
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